martes, 21 de julio de 2020

Lo que el Drag ha hecho por nosotras



Recuerdo que en 2010, cuando anunciaron por VH1 la transmisión de la segunda temporada de RuPaul’s Drag Race, me causó mucha curiosidad, ya que era la primera vez que un canal de televisión abierta producía un show tan enfocado hacia la comunidad LGBT. Aunque en ese entonces estaba asistiendo a una iglesia cristiana, estaba loca por verlo, ya que además siempre tuve una gran afinidad hacia lxs Drag Queens, que por esos tiempos no entendía, pues mi conocimiento sobre ellxs, hasta ese momento, se limitaba a los shows que hacían en los bares gay que frecuentaba en Bogotá.

Y sí, sé que el show ha recibido muchas críticas a lo largo de sus 12 temporadas, pero no se puede negar que gracias a Drag Race, en medio de sus aciertos y errores, el Drag ha ganado una visibilidad que nunca había tenido. Estoy convencida de que Drag Race no solo nos acercó al arte Drag, nos ha dado una radiografía muy completa desde adentro sobre el tema y nos ha quitado un montón de prejuicios de la cabeza que muchos, a pesar de no ser homofóbicos, hemos tenido sobre las personas que se dedican a esto.

Aclarando lo anterior, el objetivo de este post no se limita a hablar de RuPaul’s Drag Race, sino poner sobre la mesa lo que la comunidad ha hecho por todas nosotras, las mujeres cis que gracias a este show nos enamoramos de los diversos tipos de arte Drag.

El Drag me ha acompañado en los peores momentos de mi vida

Recuerdo muy bien una noche en la que, atravesando una tusa de aquellas, me fui con mi mejor amigo a un bar gay en un pueblo cercano a Bogotá. Me llevé una grata sorpresa cuando anunciaron que habría un show de Drag de medianoche. Hace mucho no me sentía tan feliz.

Anécdotas como esta hay muchas, pero para no extender este post en demasía solo diré que las temporadas de Drag Race, shows como La Más Draga o Dragula, y los shows en vivo que he tenido la oportunidad de ver, han estado ahí para hacerme sentir mejor en los momentos más negros de mi vida, como mis crisis depresivas, aquella ocasión en la que me fracturé el tobillo y estuve en cama durante meses, o durante esta estúpida pandemia. 

El Drag me enseñó a amarme y, sobre todo, a aceptarme como soy

Es increíble cómo estas amazonas se trepan en sus tacones y se convierten en el estandarte del empoderamiento. Por supuesto, son un ejemplo para muchas, pues en algunas ocasiones permitimos que nuestras propias inseguridades se lleven lo mejor de nosotras. Ojo, no estoy diciendo que unx Drag nunca se sienta insegurx, a lo que voy es que el Drag nos ha enseñado que si bien las inseguridades son algo normal en cualquier persona, está en nosotras mismas sobrepasarlas y ser lo que nos dé la gana de ser.

“If you can’t love yourself, how the hell are you gonna love somebody else?” es la frase con la que RuPaul cierra cada capítulo de Drag Race, y que yo contesto con un “¡amén!” a voz en cuello como si estuviera en el set de grabación. Y es que el amor propio es clave, es la base de todo. Pero ya ahondaremos en la explicación de este punto en una próxima ocasión.

De igual manera, a través del Drag podemos comprender que, sin importar nuestras circunstancias físicas, mentales o sociales, siempre podemos apropiarnos de quiénes somos, llegar a la situación a donde queremos estar y ser esa versión corregida, aumentada y mejorada de nosotros mismos.

El Drag me enseñó que está bien caerse, y está mucho mejor levantarse

Lxs chicxs que participan en Drag Race cometen errores, caen al bottom, incluso lxs eliminan del show. Sin embargo, nada de esto lxs hace desfallecer, ni dejar de hacer eso que tanto aman (salvo casos muy contados, como el de Tyra Sanchez, pero eso es otro cuento). Ellxs caen, pero así mismo reúnen fuerzas de donde no las hay para levantarse y “slay another day”.

El Drag me hizo comprender que ser uno mismo es la clave del éxito

En Drag Race, y dentro de la comunidad Drag, se ven todo tipo de personajes. Mucha gente cree que el Drag se trata simplemente de hombres que se visten de mujer, y no es el caso. Están lxs trans, los drag kings (mujeres que se visten de hombre), los hombres que hacen Drag y no son homosexuales, y las mujeres cis que hacen Drag, como Piroba.

No solo eso, dentro del Drag no importa mucho cuál es la forma de tu cuerpo, ni cuál es tu personalidad, ni cuál es tu estilo. Existen big queens, como Latrice Royale; fishy queens, como Courtney Act; comedy queens, como Bianca del Rio; messy queens, como Adore Delano (ella misma lo dice así); o “scary” queens, como Sharon Needles. Si yo fuese Drag, mi estética y personalidad serían una combinación entre Adore Delano y Sharon Needles.

A lo que voy con todo esto es que usted no tiene que meterse dentro de un molde para encajar y tener una presencia relevante en el mundo, cualquiera que sea su campo de experticia. Basta con que se atreva a lanzarse al ruedo siendo quien es.  

El Drag me ha empoderado, si es que hiciera falta, para tener los ovarios bien puestos

Sin duda alguna, hace falta tener mucho carácter para treparse en unos tacones, ponerse una peluca y salir al mundo, sobre todo teniendo en cuenta que, en pleno 2020, el Drag en muchos sectores de la sociedad sigue siendo algo mal visto, sobre todo por quienes no se toman el trabajo de conocerlo y comprenderlo a fondo.

Esto va muy unido al punto anterior, si usted quiere tener éxito en cualquier cosa que se proponga (sin importar qué signifique para usted el éxito), tiene que tener las pelotas / los ovarios bien puestos en su lugar para ser usted es, pararse firme para defender sus ideales y no dejar que ninguna circunstancia lo tire al piso. En ese sentido, no conozco a nadie más empoderado que unx Drag Queen.

Sé que me estoy quedando muy corta al nombrar todo lo que el Drag ha hecho no solo por mí, sino por las miles de mujeres cis que amamos y nos gozamos con este arte. Tengo que contarle además que, en Bogotá, hay muchas organizaciones LGBT, como la Red Comunitaria Trans, que hacen una labor invaluable no solo para la comunidad, sino con mujeres cis. ¡Corra a seguirlos en sus redes sociales para saber más! 

Si usted es tan fan del Drag como yo, le animo fervientemente a que no se conforme solo con ver por televisión o por internet sus shows favoritos. Apoye a sus Drags locales. Si tienen un show, vaya a verlxs, y normalice el darles propina, además de pagar la boleta. Si tienen presencia en redes sociales, sígalxs y comparta sus publicaciones, lo mismo si tienen canales en YouTube. Considere además, de cara a la pandemia, apoyarles económicamente de algún modo. Son acciones pequeñas, pero espero que de alguna forma contribuyan a devolverles en algo toda la luz que nos dan.  

1 comentario:

  1. Hola, me parece muy acertado los valores que mencionas del drag queen, pienso que los tacones, los vestidos y el maquillaje son una forma brutal de forjar el caracter. saludos

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