En el nombre de cada una de las canciones encontrarán un link para que las escuchen una por una. Si les da mucha pereza, al final del post está la lista completa en Spotify, salvo Song to Say Goodbye, de Placebo.
Es bien sabido por ustedes, los lectores de este
vomitivo blog, que acá no es mi costumbre hablar del amor de una manera
romántica, con corazones, flores y demás. De hecho, siempre he sido un tanto
cínica al respecto. No crean, yo también tengo sentimientos, aunque me parezca
una pérdida de tiempo demostrarlos. Lo que pasa es que mi historial con el amor
no es precisamente el más idílico, todo lo contrario. Pero este post no
pretende echarle sal a mis heridas, ni exhibirlas ante ustedes.
Mi intención es utilizar todo ese conocimiento en
materia de metidas olímpicas de pata para que juntos celebremos (o nos
defequemos en) el día de San Valentín. No voy a perder mi tiempo en discusiones
estúpidas como si es una fecha comercial, o si es una costumbre gringa. No es
mi problema. Ustedes verán qué festejan y en qué gastan la plata, para eso
están grandecitos. Lo que sí está claro es que no todos están en condiciones de
unirse al festín, porque están despechados. Por eso les he traído, desde las
cloacas de mis decepciones amorosas (y las de mis amigos), una lista con
canciones perfectas para la tusa, para que disfrutemos de esta alegre fecha
como más nos gusta, con música.
La he dividido por etapas, porque no en todos los
momentos del despecho nos damos palo con las mismas canciones. Ahora sí, dense
gusto cortándose las venas.
Escuche nuestra playlist bajo su propio riesgo, en
este sitio no se responde por suicidios. Y por favor, no se le ocurra llamar a
su ex borracho/a para ponerle (mucho menos cantarle con voz aguardientera)
ninguna de estas canciones. Tenga dignidad.
1. Lo/a van a echar.
Creo que todos en algún punto del camino nos damos
cuenta del “repentino” desinterés de nuestra pareja hacia nosotros, tenga
nombre propio o no. Ni que viviéramos en Narnia para no ver lo que es evidente.
Y lo peor es que en vez de salir corriendo como si fuese la peste bubónica,
aguantamos estoicamente todo lo que a esta persona se le ocurra hacernos. Por “amor”,
por costumbre, por no quedarnos solos, o porque, como diría Ricky Fitts, nunca
hay que subestimar el poder de la negación. Pues bien, mis queridos miserables,
si les están aplicando el punto cinco de nuestra famosa guía para asesinar una relación, abran los ojos, los están aburriendo para luego mandarlos al carajo. Así
que ya pueden empezar por acá.
Jewel - Foolish Games
Si está en el mismo cuarto que la cosa esa y se siente más solo/a que Adán el día de la madre, cante esta canción a grito herido en la ducha.
Si está en el mismo cuarto que la cosa esa y se siente más solo/a que Adán el día de la madre, cante esta canción a grito herido en la ducha.
Aquí está la tonada precisa
para la negación, con frases como “no puedo creer que este sea el final”, “parece
(es) como si estuvieras dejándolo ir” y “si es real no lo quiero saber”.
The Cranberries – Promises
Es en este punto donde se pregunta, si hace nada me estaba diciendo que me amaba, que íbamos a tener una casa grande con dos hijos y veinte gatos, ¿qué carajos pasó? “Ooohhh, todas las promesas que rompimos, todas las palabras vacías y sin sentido que dijimos”.
Es en este punto donde se pregunta, si hace nada me estaba diciendo que me amaba, que íbamos a tener una casa grande con dos hijos y veinte gatos, ¿qué carajos pasó? “Ooohhh, todas las promesas que rompimos, todas las palabras vacías y sin sentido que dijimos”.
Muse - Muscle Museum
No falta el guache que juega con nuestros sentimientos, que nos toma y nos deja cuando quiere. Para este espécimen, el papacito de Matt Bellamy le tiene una frase: “yo no quiero que me adores, no quiero que me ignores, cuando te plazca”.
No falta el guache que juega con nuestros sentimientos, que nos toma y nos deja cuando quiere. Para este espécimen, el papacito de Matt Bellamy le tiene una frase: “yo no quiero que me adores, no quiero que me ignores, cuando te plazca”.
Esta es infaltable, sobre
todo cuando el personaje ya le ha echado varias veces. Entonces, parado/a en la
raya, usted le dice: “así que corre como siempre, no mires atrás, lo has hecho ya, y
la verdad me da igual”. También es buena para desahogarse en karaoke. Pero, por
caridad, aléjese del celular.
2. Ahora sí, llore con confianza.
Ya ha pasado lo inevitable. Rogó, lloró, suplicó,
hizo lo imposible y no sirvió de nada. Le dieron una patada en el culo y le
mandaron sin escalas a la Patagonia. Y gracias a la divina providencia ya
comprendió que no tiene nada más que hacer. Entonces, siéntase libre de llorar
a moco tendido con estas canciones.
El juego de palabras es sencillamente
genial. “You make me come, you make me complete,
you make me completely miserable”. En español, “tú me haces
venir, tú me haces completa, tú me haces completamente miserable”.
A pesar de ello, extraña
al/la susodicho/a. Pero, a pesar de eso, “no volveré, sé que seré parte de la tierra en que te amé”.
Esta canción resume todo
lo que a estas alturas ha de estar pensando sobre el amor, el sobrevalorado
amor. “El amor es un animal salvaje, respira sobre ti, te rastrea, anida en tu
corazón roto y va de caza con besos y velas”. El final es lo mejor, “por favor,
dame veneno”.
En este momento usted está
de un bipolar insoportable. Piensa que el amor es una mierda pero sigue
extrañando a su peor es nada y le canta “en espera de que vuelvas y tal vez
vuelvas por mí”. Le tengo noticias, eso no va a pasar. Si pasa, recuerde que
las segundas partes nunca son buenas. Y las terceras menos.
Apenas para cuando después
de pensarlo mucho, ha caído por fin en cuenta que toda su relación no fue más
que una farsa.
3.
"La culpa es mía, soy un/a fracasado/a perdedor/a".
Usted
lleva semanas y meses repasando todo lo que pasó, desde que su pareja se alejó
hasta que por fin le terminó. Y hay un punto en el que llega a la “brillante” conclusión
de que fue su culpa. Piensa que a pesar de que no fue su intención, tal vez hizo
algo para que dejara de quererle (si es que alguna vez le quiso), dejó de hacer
lo otro, en fin. La cosa es que, por más explicaciones o falta de cojones de su
ex, jamás entenderá del todo el por qué. Y echarse el pato por todo a veces es
más fácil que reconocer que se equivocó al elegir, y que esa persona a la que idolatra
es solo un ser humano más.
Esta canción resume
perfectamente lo que siente por sí mismo justo ahora. “Porque soy un perdedor,
y tarde o temprano estaré muerto”.
¿Qué diferencia hará
cualquier cosa que intente hacer por la persona que amo? Usted tiene la
respuesta. Ninguna.
Recuerde la escena de Tom
en 500 Days of Summer cuando se da cuenta de que Summer se va a casar con otro.
Se parece más o menos a cuando supo que su ex le superó hace tiempo y ya tiene
una nueva víctima. “Soy el héroe de la historia, no necesito ser salvado”.
¿Será?
Repito banda, y de malas. Porque
todos sabemos en qué terminan siempre las relaciones amorosas, “pero debí
haberlo pensado antes de besarnos”.
“Estoy cansado de pelear
por una causa perdida”. Listo, no lo haga más. No se siga haciendo eso. Next!
4. ¡A sacar el odio!
Después de un tiempo, dejará de darse tanto palo y pasará
una de dos. O le echará a su ex toda el agua sucia, o repartirá la culpa entre
ambos, cosa que me parece más sana, pues si le hicieron hasta para vender fue
porque lo permitió, dejémonos de sutilezas. Pase lo uno o lo otro, es
ineludible que transite por la etapa del odio, hacia su pareja y hacia usted
por pendejo/a. Pero como ya se dio suficiente rejo, es hora de dárselo al/la
desgraciado/a ese/a. Hágale, sáquese ese Chucky ya.
Cuando mi gran amigo H. pasó
por una tusa de aquellas, ponía una y mil veces esta canción. “A ti no te
importa lo que siento, no lo siento más”. Repítalo 50 veces al día hasta que
sea cierto.
Esto
es insultar con clase y delicadeza. “Eres uno de los errores de Dios”. Magistral.
La que no podía faltar. “Pudimos
haberlo tenido todo”. Pero lo arruinaste, imbécil.
Empiece a exorcizarse con “no conozco
a nadie que mienta como tú, que con tanta disciplina, precisión y sinceridad”. Ahí
no para la cosa, “no entiendo cómo eres capaz de sentirte peligrosa siendo tan
vulgar”. Para no extenderme, el título lo dice todo.
Mi frase favorita: “la
limosna calma todas las conciencias”.
5.
Si se quiere ir, ¡pues que se vaya!
Ahora sí empieza lo bueno. Poco a poco ha ido sobreponiéndose
a la ruptura y ya por fin se resignó a que esa persona ya no haga parte de su
vida. Estas canciones le ayudarán a hacerlo con la frente en alto, y a que, como
diría Andrea Echeverri, pase “a otra cosa, mariposa, que la vida es azarosa”.
Despídase de su ex como
los grandes, deseándole lo mejor en su vida. Pero aclarándole de paso que si
algún día se decide a volver sumercé para él/ella no estará.
Ahora, si le queda algo de
resentimiento en su corazón, sáquese la espinita con esta. Y tíreselo con la
sarta de insultos que contiene esta canción. Mi preferido es “¡impotente, hijue…!”
Haga eso o aquello, no
deje de ser el alma de la fiesta. Este debería ser su himno. “¿Y qué? Sigo siendo
una estrella de rock, y no te necesito”. Funciona, créame.
“Empiezo una nueva vida, un rompecabezas que
tendré que armar…”.
Y no olvide que a la
larga, todos los ex terminan en la misma categoría, “alguien a quien solía
conocer”.
6.
Perdonó, superó y es feliz, solo/a o acompañado/a.
Ahora ya retomó las
riendas de su vida, ¡bienvenido al mundo, le estábamos esperando!
El pasado nos recuerda de
dónde venimos y quiénes somos, pero en este caso hace bulto y estorba, por eso “a
todos nos gusta mirar hacia atrás, pero yo escojo no verte más”.
Roma no se construyó en
seis días. Entonces, no se sorprenda si se encuentra dando pasos de bebé. No es
fácil superar una ruptura amorosa, hay gente que jamás lo hace. “Solo estoy fingiendo,
para después seudo-lograrlo, empezar otra vez, pero esta vez como yo y no como
nosotros”.
“La libertad viene cuando
aprendes a dejar ir, la creación viene cuando aprendes a decir no”. ¿Así, o más
claro?
Un poco de humor negro no
le cae mal a nadie, y admitámoslo, nos parece gracioso que a nuestros ex les
pasen cosas feas. Así que si algún día se descubre cantando “al principio,
cuando te veo llorar me hace sonreír” y pensando en su pesadilla, no se sienta
mal. Fresco/a, es parte del proceso.
“Poder decir adiós es
crecer”. ¿Algo más que agregar?
Y
de ñapa, les tengo en exclusiva las que me acompañaron en mi última tusa, de la que
por supuesto no les contaré.
Peter Gabriel - My Body Is a Cage (cover de Arcade Fire, me encanta esta versión)
Sé
que se me quedan muchas, muchísimas canciones en el tintero, recuerden que esta
es nada más mi lista personal. Para complementarla están ustedes, respetados
lectores. Así que por favor coméntenme cuáles han sido las bellas melodías que
han acompañado sus tusas, por acá, por Facebook, o por donde les dé la gana.
Genial entrada, me recordaste algunas canciones sensacionales que no recordaba como las de No Doubt.
ResponderEliminarGracias, se hace lo que se puede. :)
EliminarTú también me recordaste algunas, como la de Limp Bizkit.
G, te amo.
ResponderEliminarAyyy :$
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe gusto mucho tiene ese toque que no muchos le pueden dar.
ResponderEliminarGracias, se hace lo que se puede, como siempre. :)
EliminarEn lo personal agregaría a la sección número 2 "needles and pins" de los Ramones
ResponderEliminarEs muy buena, sí, prometo que estará en la segunda parte de este post.
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