Formulemos el siguiente caso
hipotético. Usted lleva x tiempo saliendo con alguien, pero está cansado de su
relación. Cada vez que esta persona lo/a busca, lo/a llama o se encuentran,
para usted es un verdadero calvario. Las razones pueden ser muy diversas, por
ejemplo que usted ya tiene su arrocito en bajo por ahí, que sus expectativas de
vida no son las mismas de su pareja, o simplemente que la cosa no dio
para más. Si este es su caso, en este post le daré algunos consejos bastante
útiles para asesinar su relación con total éxito. Si los sigue religiosamente,
le aseguro que en menos de un mes volverá con felicidad al “mercado del usado”.
500 Days of Summer.
1. Gente melosa, gente peligrosa.
Cada vez que esté con su pareja, conviértase
en la versión chibcha de Barney y Hello Kitty juntos. Háblele chiquito, es
decir, como le hablaría a un bebé o a su mascota. Si le es muy difícil, empiece
con un apodo “cariñoso”, preferiblemente refiriéndose a algún animal, y siempre
con diminutivo. Aquí le tengo unas ideas: “papi/mami”, “reinita”, “príncipito”,
“osito/a”, “gatito/a”, “patito/a”, “perrito/a”, “zorrito/a”, etc.
Dígale que de ahora en adelante van a celebrar meses de novios (awww, que tierno), y la próxima vez que cumplan mesecitos, vaya a la miscelánea más cercana y compre la tarjeta más ñeque que consiga, recuerde que entre más grande sea, mejor (para que la pegue en su cuarto, se le va a ver divino). Si combina esta tarjeta con el muñeco de peluche y el chocolate marca gato está hecho/a. Por favor, consiga el matacho más inmundo que pueda.
Ahora, complemente esto con imágenes cursis de Facebook que deberá poner en el muro de su novia/o todos los santos días, bien fáciles son de conseguir, y/o con canciones bien perratas, busque en google "canciones de amor" para inspirarse. Acto seguido, añádales poesía barata “de su inspiración” (preferible que se note a leguas que usted no escribió eso).
Dígale que de ahora en adelante van a celebrar meses de novios (awww, que tierno), y la próxima vez que cumplan mesecitos, vaya a la miscelánea más cercana y compre la tarjeta más ñeque que consiga, recuerde que entre más grande sea, mejor (para que la pegue en su cuarto, se le va a ver divino). Si combina esta tarjeta con el muñeco de peluche y el chocolate marca gato está hecho/a. Por favor, consiga el matacho más inmundo que pueda.
Ahora, complemente esto con imágenes cursis de Facebook que deberá poner en el muro de su novia/o todos los santos días, bien fáciles son de conseguir, y/o con canciones bien perratas, busque en google "canciones de amor" para inspirarse. Acto seguido, añádales poesía barata “de su inspiración” (preferible que se note a leguas que usted no escribió eso).
Deje la pena de demostrar su amor
en la calle. Vuélvase todo un pulpo. Abrácela/o todo el tiempo, bésela/o,
tóquele sus partes nobles, y no se sorprenda si en más de una ocasión les
gritan: “¡páguele motel!”
Si esto no es suficiente para que
su pareja le mande a su casa una serenata en moto, es porque el individuo en
cuestión es igual de guiso/a que usted. Rehabilítese.
2. Sea el ser más intenso sobre la faz de la tierra.
Llame a su “peor es nada” cada
cinco minutos, y por supuesto para hablar de cosas intrascendentes. Frases como
“¿qué haces?”, “te extraño”, o “¿por qué no me has llamado?” le serán de gran
ayuda. En sus llamadas póngase en modo meloso o peleón, como sumercé prefiera,
ya hablaremos de lo último más adelante. También se vale mandarle mensajes de
texto cada veinte segundos y enojarse cuando no le responda a la misma
velocidad, o si su economía lo permite, usar Whatsapp para este fin (lo mejor
es que hasta más barato le sale).
Exíjale que se vean TODOS los
santos días, aun cuando tanto sus actividades como las de su pareja no se lo
permitan. Acompáñelo/a a todas partes, a hacer popó, a sacar al perro, hasta a la cita con el psiquiatra, a quien de seguro su pareja a estas alturas habrá empezado a ver. Eso sí, procure que cada vez que se vean hagan lo mismo, siempre, tomar y tirar es una buena opción. Esa
mezcla soporífera entre rutina e intensidad mata relaciones a la velocidad del
rayo.
Si esto no funciona, entonces su
novia/o es una/un intensa/o de lo peor, y seguramente eso es lo que a usted le
tiene harto/a.
3. Vuélvase stalker
profesional.
Es bien sabido por todos que las
redes sociales son caldo de cultivo para los acosadores, pues a través de estas
se conocen la vida, obra y milagros de prácticamente todo el mundo. En ese
orden de ideas, usted deberá “pedirle respetuosamente” a la cosa esa que le dé
las claves de absolutamente todo: Facebook, Twitter, Instagram, Hotmail, todo. Hágale
show si se niega, y acto seguido, hackéela/o. Asegúrese de revisar todo el
tiempo la vida virtual de su novio/a, y de hacérselo saber. Violentar la privacidad
e intimidad de su pareja será su boleto seguro a la soltería, y agradezca si de
paso no le mandan de paseo a Sibaté.
4. Oficina de peleas y reclamos.
Todos los anteriores pasos serían
débiles sin este que es bastante divertido… de ver, porque vivirlo es un martirio.
Búsquele a su novio/a pelea por
todo. Desate una tormenta en un vaso de agua cada vez que pueda. Si ya siguió
los pasos anteriores, encontrar un motivo no le será difícil. “No me pones la
suficiente atención (tengo una vida, cosa que al parecer usted no tiene)”, “has cambiado mucho” (pues claro, si usted se volvió un
fastidio, ¿qué esperaba acaso?), “no te gusta besarme delante de la gente”, “¿dónde
están el peluche y la tarjeta que te regalé? (en el basurero de doña Juana)”, “ya
no le das like a lo que publico en tu
muro (pero a ver, solo me publica estupideces)”, “no te importa nada de lo que te digo, me dejas en visto y nunca me
respondes (me mandó el mensaje hace dos minutos, joder)”, en fin.
Célele hasta con la familia. Cuando
le vea hablando en la calle con alguien, haga show delante de esa persona (que
seguramente se quedará pensando en qué problema mental tiene usted). Cada vez
que alguien del sexo opuesto le escriba en Facebook hágale un espectáculo digno
de culebrón y diga frases insultantes como “¿quién es esa perra/ese HP?”. Peor aún,
escríbales a todas/os las/os amiguitas/os del susodicho que están poniendo en
peligro su relación, que apela a su entendimiento para que ellas/os mismas/os
decidan no volver a cruzar palabra con él/ella. Eso sí, no se le haga extraño
que le manden a tomar Valium.
Haga esto por teléfono, por redes
sociales (si es en el muro para que todos lo vean, mejor) y ¡de frente!
Avergüence a su pareja en público.
Hay una dinámica para hacerlo que le será muy fácil de ejecutar. Digamos que su
novio/a le reclama (con justa razón) por teléfono que usted se haya metido en
su correo electrónico sin su permiso. Concrete una cita con él/ella para verse
en el lugar más concurrido posible y conversar sobre el asunto. Si le es posible, tómese unos cuantos aguardientes antes, para que se le quite la pena y de paso para que llegue a su cita con un sexy aliento etílico que hará que su pareja se muera por besarle (si, como no). Estando ahí,
grite, llore y patalee. Para que la escena le salga más natural, le recomiendo
que tome clases con Itatí Cantoral en su famoso papel de Soraya Montenegro,
busque en YouTube la escena de “maldita lisiada” y sabrá exactamente lo que
tiene que hacer. Si le salen los alaridos igualitos a los de Soraya y su pareja
no le manda de una patada en el trasero a Pekín, es porque le tiene lástima, y
en ese caso lo lamento por usted, porque la lástima es el peor sentimiento que
puede producir un ser humano.
5. Pórtese como una mierda.
Comience por mentir, pero no de
una forma sutil. Mienta como si nunca lo hubiese hecho en la vida, para que a
su pareja le quede claro que usted le está tomando por imbécil.
Señálele todo el tiempo sus
fallos, sean ciertos o no. Pero no lo haga amablemente. Sea lo más hiriente que
pueda. Hágale sentir que es menos que una piltrafa todo el tiempo. Para mayor efectividad pásele sus
otras conquistas por la cara.
En la cama sea egoísta y desconsiderado/a. Haga de cuenta que no ha visto a alguien del sexo opuesto en veinte años y pídaselo todo el tiempo, hasta en el funeral de su abuelita. Ya cuando estén en la cuestión, si es hombre piense en todos sus encuentros sexuales como si fuesen un quickie; no se ponga en el plan de precalentamiento, métaselo por un ladito, véngase en cinco minutos (o finja) y póngase a roncar. Si es mujer no mueva un solo dedo, deje que todo lo haga su pareja, adopte la posición de "la vaca muerta" y ni se moleste en fingir que lo disfrutó.
En la cama sea egoísta y desconsiderado/a. Haga de cuenta que no ha visto a alguien del sexo opuesto en veinte años y pídaselo todo el tiempo, hasta en el funeral de su abuelita. Ya cuando estén en la cuestión, si es hombre piense en todos sus encuentros sexuales como si fuesen un quickie; no se ponga en el plan de precalentamiento, métaselo por un ladito, véngase en cinco minutos (o finja) y póngase a roncar. Si es mujer no mueva un solo dedo, deje que todo lo haga su pareja, adopte la posición de "la vaca muerta" y ni se moleste en fingir que lo disfrutó.
Ignórele. Deje de buscarle, de
escribirle y de llamarle. No le conteste el teléfono, o si le contesta, dígale
que está muy ocupado/a y que le llamará más tarde, pero nunca lo haga. Cada vez
que le escriba por Facebook déjele en visto y no le responda (o vea el mensaje pero márquelo como no leído). Si se encuentran
en algún lugar por casualidad, aduzca que tiene muchas cosas que hacer y no
prolongue el encuentro más de 10 minutos.
Si después de un tiempo el tipo/la
vieja no entiende el mensaje, es porque tiene un severo problema de autoestima.
Entonces aconséjele de una manera sutil que consulte con un psicólogo y
regálele una pastilla de Ubicatex que le saque del país de las maravillas en el
que anda. Más claro que el agua no puede ser.
Conclusión y aclaración:
Si después de haber hecho todo lo
anterior esa pobre persona no capta que lo que usted busca es aburrirle a como
dé lugar, haga lo que debió haber hecho desde el principio. Tenga las
pelotas/los ovarios bien puestos en su sitio y háblele claro, dígale EN SU
CARA, jamás por teléfono y menos por redes sociales o correo electrónico, que
no quiere seguir manteniendo esa relación. Tenga muy claro qué es lo que
quiere, porque es muy probable que cuando le extrañe y quiera volver, el otro
no quiera saber nada de usted. Cítele en un sitio discreto y exponga de manera
concisa sus razones para terminar el vínculo, y espere su reacción, pero sea
muy incisivo/a en decirle que no quiere continuar a su lado, no vaya a ser que
le coja por el lado débil y le haga tambalear. Por favor, NO siga mis
anteriores consejos, no haga a otros lo que no le gustaría que le hicieran, no
le haga perder su tiempo ni le amargue la vida pendejamente a alguien que tal
vez ni tiene la culpa de que usted ya no le quiera.
Ahora, si lo que quiere es
conservar su relación, ¡no siga ninguno de mis consejos y asunto arreglado!
Ya que leyeron este chorrero, coméntenme
sus experiencias respecto a esto. Si se me quedó alguna cosa sin mencionar,
háganmelo saber por este medio, o por donde se les dé la gana.
facebook.com/RadioMiseria
Excelente, gracias por los consejos a no seguir, estaba fallando en uno. Pero ya me quedó claro. Un saludo.
ResponderEliminarMuy buena esta guía, para tenerla en cuenta y no cometer errores que lleven al traste una relación, no solamente sentimental sino que es aplicable a cualquier tipo de relación entre seres humanos.
ResponderEliminarEsta del carajo....eso de osito...estuvo bueno....
ResponderEliminarAunque reviviendo un post de hace más de un año, debo decirlo, ¡muy bueno! True story....
ResponderEliminarPost.: "Zorrito" :3 hahaha