martes, 24 de noviembre de 2015

De los malos polvos líbrame señor.

Yo siempre he pensado que en realidad una persona por sí misma no es un mal polvo, sino que lo que pasa es que uno no siempre se va a entender con todas sus parejas en la cama, es decir, quien con usted fue un fracaso en la intimidad puede que con otra persona sea la reencarnación de Nacho Vidal. Sí, eso es posible, pero lo que es innegable es que hay acciones durante el sexo que resultan ser muy molestas y llegan a tirarse todo, hasta una relación de años, de eso nos ocuparemos en este post.

Para que no digan que soy una feminazi espantosa que piensa que los hombres tienen la culpa de todo, también les hablaré de las cosas horribles que hacemos las chicas a la hora de tirar.

Si usted cumple alguna de estas características, fresco/a, no está tan mal, pero considere revisarlas. Ahora, si varias se ajustan a su perfil, he ahí la causa por la que está en ese verano tan berraco y su pareja no quiere nada de nada, vaya donde un sexólogo urgentemente. El orden de estas no altera el resultado, usted es un mal catre.


Un tipo mal polvo se caracteriza porque…

1. Cree que el cuerpo de una mujer se compone únicamente de senos, culo y vagina. Así que cuando le entran las ganas, le toca una teta a uno y cree que con eso ya uno está listo para la acción. A ver, señores, a estudiar un poquito más la anatomía femenina, frescos que no es física cuántica.

2. Piensa en todos sus encuentros como si fueran un quickie, lo cual no está mal en ciertas ocasiones. El problema con este tipo es que pareciera que nunca aprendió que hay que precalentar el horno antes de meter el pan.

3. Le mete música inmunda al asunto. Hermano, si a su novia no le gusta el reggaetón, deje de creerse Dalmata en pleno perreo y más bien escoja un género musical que disfruten los dos. Porque contrario a lo que los videos de Daddy Yankee le quieren hacer creer, no a todas las viejas nos calienta el reggaetón en plena acción… o bueno, por lo menos a mí no.

4. Le importa cinco el orgasmo de su acompañante, y si se viene antes que ella no busca ninguna manera de hacerla llegar. Hombre, sea creativo, la lengua no solo sirve para hablarle mierda a esa pobre mujer.

5. Considera que los pezones son como esos botones que cambiaban la emisora en los dispositivos antiguos, entonces se ponen a jugar a cambiar la estación. Peor aún, los que piensan que los pezones son gomitas comestibles. Ahora, hay viejas que disfrutan esto, pero mientras usted no lo sepa, sea delicado pues es una zona muy sensible, y usted no quiere que ella lo mande al carajo por dejarle los pezones resentidos una semana.

6.  Quiere ser el jefe, entonces el sexo se convierte en una dictadura donde él es el gran señor y los deseos de su pareja le importan un carajo. Por ejemplo, si él quiere hacerlo por el culo y ella no, la insulta, la chantajea o la obliga. Esto es un gran no, si quiere algo, sépalo pedir, y si su chica se niega, deje de joder.

7. Se viene en cinco minutos, y en muchas ocasiones antes de meterlo. Hay que aclarar que uno entiende que si usted ha tenido un verano muy largo, puede emocionarse y convertirse en “rapidol”, lo imperdonable es que esto ocurra SIEMPRE, y que después del primero no se le vuelva a parar.

8. No fue al gimnasio ese día y quiere quemar esas calorías con uno, entonces parece padecer de epilepsia en la pelvis, para que me entiendan, lo coge a uno como si fuese un conejo. Slow it down, please, que esto no es una carrera a ver quién llega más rápido.

9. Pretende que su chica le haga el blowjob de la vida cuando él ni siquiera ha considerado la posibilidad de “bajar al pozo”. Recuerde que esto se trata de dar y recibir placer, pues usted no se está comiendo a una prepago.

10. Se cree estrella porno, entonces le suelta a uno el arsenal de frases que escuchaba en Emanuelle. Un poco de dirty talk puede ser muy excitante, pero no se sobreactúe.

11. Se cree Tarzán de vereda y no se preocupa por depilarse, o por lo menos, bañarse. No hay nada más mata pasiones que el mal olor en “aquellas partes”.

12. Denigra el aspecto físico de su pareja en la intimidad, con frases como “estás gorda”. Buena, idiota.


Una vieja mala en la cama se caracteriza porque…

1. Jamás toma la iniciativa, todos los encuentros sexuales debe iniciarlos su pareja. Entonces, el pobre tipo piensa que a ella no le interesa ni cinco el tema. Si usted quiere tirar con su pareja, dígaselo, lo más probable es que la arrastre a la cama más cercana.

2. No habla de lo que le gusta y lo que no en la cama, tal vez porque le da vergüenza expresarlo. Señorita, su arremuesco no tiene una bola de cristal ni se gana la vida como adivino.

3. Finge orgasmos, y la está cagando hasta la pared del frente porque entonces ese man cree que está haciendo todo de maravillas, y seguramente no.

4. No se preocupa por su presentación personal, no se depila, ni se baña, ni pasa un cepillo por su cabeza. No le estoy diciendo que cada vez que se vea con su novio vaya vestida como para un cóctel, pero arreglarse un poquito no le cuesta nada, y suma puntos si usa lencería sexy, deje los calzones de su abuelita para sus tardes de ocio.

5. Es vaca muerta, por lo que al pobre cristiano le toca hacer todo. Insisto, esto es un toma y dame.

6. Le da pena que la vean en bola. Mija, esto no es un concurso de modelaje y mucho menos Miss Universo, a su novio no le importan sus llantas ni sus estrías, si el tipo quiere estar con usted es porque le gusta tal como es, no sea boba.

7. No se preocupa por estimular al “amigo” de su pareja. No ahondaré en esto porque creo que ya entendieron.

8. Para al tipo en seco antes de que llegue al orgasmo. Recuerde que la satisfacción de su pareja es tan importante como la suya.

9. Pretende hacer el amor con música romántica de fondo, y la verdad es que la mayoría de los tipos y viejas brujas como yo, lo que menos queremos a la hora del té es escuchar a Celine Dion, a Bryan Adams, a Ricardo Arjona o a Yuri. Si quiere poner música, sea más creativa y no sé, métale trip hop a la cosa, su pareja se lo agradecerá. Si me inspiro lo suficiente, un día de estos les regalo un playlist con música para tirar.   

10. Le dice a su pareja que lo tiene chiquito, o le pone apodos femeninos a su miembro como “Princesa Sofía”. Como lo pudo ver en How to Lose a Guy in 10 Days, si lo que quiere es bajarle la moral a su novio, con eso la saca del estadio.

11. Lo hace con todas sus porcelanas, peluches y demás encima de la cama. Hermana, quite todo lo que se pueda romper o dañar para que pueda descualquierarse a gusto.


Lo peor de ser mal polvo es que no solo le daña el rato a su pareja, sino que usted tampoco disfruta su sexualidad como debería ser. Así que espero que este post le sirva como diagnóstico para corregir esas pequeñas embarradas y sea capaz de tirar como un crack. Si se me pasó algo por mencionar, me encantaría que me lo hicieran saber comentándolo por acá, por Facebook o por donde les dé la gana.


No hay comentarios:

Publicar un comentario