Yo siempre he pensado que en
realidad una persona por sí misma no es un mal polvo, sino que lo que pasa es que uno no
siempre se va a entender con todas sus parejas en la cama, es decir, quien con usted fue un
fracaso en la intimidad puede que con otra persona sea la reencarnación de Nacho
Vidal. Sí, eso es posible, pero lo que es innegable es que hay acciones durante
el sexo que resultan ser muy molestas y llegan a tirarse todo, hasta una
relación de años, de eso nos ocuparemos en este post.
Para que no digan que soy una
feminazi espantosa que piensa que los hombres tienen la culpa de todo, también
les hablaré de las cosas horribles que hacemos las chicas a la hora de tirar.
Si usted cumple alguna de estas
características, fresco/a, no está tan mal, pero considere revisarlas. Ahora,
si varias se ajustan a su perfil, he ahí la causa por la que está en ese verano
tan berraco y su pareja no quiere nada de nada, vaya donde un sexólogo
urgentemente. El orden de estas no altera el resultado, usted es un mal catre.
Un tipo mal polvo se caracteriza porque…
1. Cree que el cuerpo de una
mujer se compone únicamente de senos, culo y vagina. Así que cuando le entran
las ganas, le toca una teta a uno y cree que con eso ya uno está listo para la
acción. A ver, señores, a estudiar un poquito más la anatomía femenina, frescos
que no es física cuántica.
2. Piensa en todos sus encuentros
como si fueran un quickie, lo cual no
está mal en ciertas ocasiones. El problema con este tipo es que pareciera que
nunca aprendió que hay que precalentar el horno antes de meter el pan.
3. Le mete música inmunda al
asunto. Hermano, si a su novia no le gusta el reggaetón, deje de creerse Dalmata en pleno perreo y más bien escoja un género musical que disfruten los dos. Porque contrario a lo que los videos de Daddy Yankee le quieren hacer
creer, no a todas las viejas nos calienta el reggaetón en plena acción… o
bueno, por lo menos a mí no.
4. Le importa cinco el orgasmo de
su acompañante, y si se viene antes que ella no busca ninguna manera de hacerla
llegar. Hombre, sea creativo, la lengua no solo sirve para hablarle mierda a
esa pobre mujer.
5. Considera que los pezones son
como esos botones que cambiaban la emisora en los dispositivos antiguos,
entonces se ponen a jugar a cambiar la estación. Peor aún, los que piensan que
los pezones son gomitas comestibles. Ahora, hay viejas que disfrutan esto, pero
mientras usted no lo sepa, sea delicado pues es una zona muy sensible, y usted
no quiere que ella lo mande al carajo por dejarle los pezones resentidos una
semana.
6. Quiere ser el jefe, entonces el sexo se convierte
en una dictadura donde él es el gran señor y los deseos de su pareja le
importan un carajo. Por ejemplo, si él quiere hacerlo por el culo y ella no, la
insulta, la chantajea o la obliga. Esto es un gran no, si quiere algo, sépalo
pedir, y si su chica se niega, deje de joder.
7. Se viene en cinco minutos, y en
muchas ocasiones antes de meterlo. Hay que aclarar que uno entiende que si
usted ha tenido un verano muy largo, puede emocionarse y convertirse en “rapidol”,
lo imperdonable es que esto ocurra SIEMPRE, y que después del primero no se le
vuelva a parar.
8. No fue al gimnasio ese día y
quiere quemar esas calorías con uno, entonces parece padecer de epilepsia en la
pelvis, para que me entiendan, lo coge a uno como si fuese un conejo. Slow it down, please, que esto no es una
carrera a ver quién llega más rápido.
9. Pretende que su chica le haga
el blowjob de la vida cuando él ni siquiera
ha considerado la posibilidad de “bajar al pozo”. Recuerde que esto se trata de
dar y recibir placer, pues usted no se está comiendo a una prepago.
10. Se cree estrella porno, entonces
le suelta a uno el arsenal de frases que escuchaba en Emanuelle. Un poco de dirty talk puede ser muy excitante, pero
no se sobreactúe.
11. Se cree Tarzán de vereda y no
se preocupa por depilarse, o por lo menos, bañarse. No hay nada más mata
pasiones que el mal olor en “aquellas partes”.
12. Denigra el aspecto físico de
su pareja en la intimidad, con frases como “estás gorda”. Buena, idiota.
Una vieja mala en la cama se caracteriza porque…
1. Jamás toma la iniciativa,
todos los encuentros sexuales debe iniciarlos su pareja. Entonces, el pobre
tipo piensa que a ella no le interesa ni cinco el tema. Si usted quiere tirar
con su pareja, dígaselo, lo más probable es que la arrastre a la cama más
cercana.
2. No habla de lo que le gusta y
lo que no en la cama, tal vez porque le da vergüenza expresarlo. Señorita, su
arremuesco no tiene una bola de cristal ni se gana la vida como adivino.
3. Finge orgasmos, y la está
cagando hasta la pared del frente porque entonces ese man cree que está
haciendo todo de maravillas, y seguramente no.
4. No se preocupa por su
presentación personal, no se depila, ni se baña, ni pasa un cepillo por su
cabeza. No le estoy diciendo que cada vez que se vea con su novio vaya vestida
como para un cóctel, pero arreglarse un poquito no le cuesta nada, y suma
puntos si usa lencería sexy, deje los calzones de su abuelita para sus tardes
de ocio.
5. Es vaca muerta, por lo que al
pobre cristiano le toca hacer todo. Insisto, esto es un toma y dame.
6. Le da pena que la vean en
bola. Mija, esto no es un concurso de modelaje y mucho menos Miss Universo, a
su novio no le importan sus llantas ni sus estrías, si el tipo quiere estar con
usted es porque le gusta tal como es, no sea boba.
7. No se preocupa por estimular
al “amigo” de su pareja. No ahondaré en esto porque creo que ya entendieron.
8. Para al tipo en seco antes de
que llegue al orgasmo. Recuerde que la satisfacción de su pareja es tan
importante como la suya.
9. Pretende hacer el amor con
música romántica de fondo, y la verdad es que la mayoría de los tipos y viejas
brujas como yo, lo que menos queremos a la hora del té es escuchar a Celine
Dion, a Bryan Adams, a Ricardo Arjona o a Yuri. Si quiere poner música, sea más
creativa y no sé, métale trip hop a
la cosa, su pareja se lo agradecerá. Si me inspiro lo suficiente, un día de
estos les regalo un playlist con
música para tirar.
10. Le dice a su pareja que lo
tiene chiquito, o le pone apodos femeninos a su miembro como “Princesa Sofía”. Como
lo pudo ver en How to Lose a Guy in 10 Days, si lo que quiere es bajarle la
moral a su novio, con eso la saca del estadio.
11. Lo hace con todas sus
porcelanas, peluches y demás encima de la cama. Hermana, quite todo lo que se
pueda romper o dañar para que pueda descualquierarse a gusto.
Lo peor de ser mal polvo es que
no solo le daña el rato a su pareja, sino que usted tampoco disfruta su
sexualidad como debería ser. Así que espero que este post le sirva como
diagnóstico para corregir esas pequeñas embarradas y sea capaz de tirar como un
crack. Si se me pasó algo por
mencionar, me encantaría que me lo hicieran saber comentándolo por acá, por
Facebook o por donde les dé la gana.
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